sábado, 2 de noviembre de 2013

IMPACTO EN LA SALUD MENTAL EN LO EQUIPOS DE PRIMERA RESPUESTA FRENTE A EVENTOS ADVERSOS



Los desastres son acontecimientos traumáticos de una cierta intensidad que afectan generalmente a un gran número de personas de manera imprevista, produciendo pérdidas familiares, daños en la salud o la economía, destrucción de la residencia o el trabajo, reacciones de pánico, etc. Un desastre implica una situación en la que la necesidad de cuidados médicos supera los recursos disponibles en forma inmediata, haciendo necesaria la aplicación de medidas extraordinarias (Swedish Health Secretariat). Un evento traumático excede la capacidad de un individuo de responder con sus mecanismos habituales de elaboración y control. A su vez, el tipo de desastre influye también en la respuesta del individuo; no es lo mismo enfrentarse a un desastre de origen natural que a un evento provocado por el hombre, en éste último caso, las consecuencias psicológicas sobre los individuos son mayores. En todo evento adverso existen víctimas, y estas son a la vez: primarias (directamente afectadas), secundarias (familiares y/o allegados), terciarias (personas que por su ocupación deben responder en la asistencia de las víctimas) y cuaternarias (miembros de la comunidad afectada). El estrés es un tipo de reacción que se activa en aquellas situaciones en las que percibimos que no tenemos suficientes recursos para atender a la demanda. Esto nos permite reaccionar con rapidez< y seguridad ante contextos en los que hay que dar respuesta para la que no tenemos suficientes recursos de afrontamiento. Dicho mecanismo pone en marcha un sistema de activación a nivel cognitivo, fisiológico y conductual que se detiene cuando se consigue el objetivo deseado.
El estrés en los trabajadores de la salud, no es una señal de debilidad o vulnerabilidad, sino que es una reacción natural del ser humano cuando enfrenta situaciones como vivencia excesiva del sufrimiento humano, muertes traumáticas, hechos amenazantes para su integridad física, pérdida de compañeros, etc. No existe ningún tipo de entrenamiento que pueda eliminar completamente la posibilidad de que una persona que trabaja en el marco de una situación de desastre o accidente grave sea
Pueden surgir dificultades si nuestro cuerpo y nuestra mente están activándose permanentemente, sin que se permita la recuperación. Más importante aún será laconsecuencia cuando la situación que provoca el desastre alcance tal magnitud que nos supere por completo y no nos permita dar respuesta alguna. Cuando se produce un evento traumático, en el individuo se genera una respuesta que será acorde al tipo de evento, y al balance de su vulnerabilidad y su resiliencia. Un evento traumático provoca una situación de estrés inescapable.
 El estudio de las consecuencias psicológicas de los desastres cobró un fuerte  interés desde el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Luego de aquel evento, la prevalencia de estrés postraumático alcanzó el 7,5% en la población, llegando hasta un 20% en personas cercanas al lugar del desastre.

El transtorno de estrés postraumático suele producirse tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente traumático, en el que está en juego la vida de las personas, o nuestra propia vida. La experiencia puede originar un aprendizaje emocional que tiene como fin proteger al individuo ante situaciones similares, pero que va a ocasionar una serie de síntomas que se agrupan en tres tipos: 1) REMEMORACIÓN O REEXPERIMENTACIÓN, 2) HIPERACTIVACIÓN FISIOLÓGICA Y 3) EVITACIÓN O EMBOTAMIENTO AFECTIVO, entre los tres van a integrar parte de los criterios diagnósticos del TEPT
Criterios para el diagnóstico de F43.1 Trastorno por estrés postraumático (309.81)
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:
1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
2. la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:
1. recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
2. sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
3. el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashbacks, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico
4. malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan orecuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
5. respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:
1. esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
2. esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
3. incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
4. reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas
5. sensación de desapego o enajenación frente a los demás
6. restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
7. sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:
1. dificultades para conciliar o mantener el sueño
2. irritabilidad o ataques de ira
3. dificultades para concentrarse
4. hipervigilancia
5. respuestas exageradas de sobresalto
E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.
F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Especificar si: Agudo: si los síntomas duran menos de 3 meses Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más. Especificar si: De inicio demorado: entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.
Criterios para el diagnóstico del TEP según el DSM-IV-TRLa prevalencia del TEPT en la población general varía de acuerdo a los estudios, probablemente relacionado con las escalas y/o métodos que se utilizan para su diagnóstico, en algunos estudios relatan una prevalencia de 1,95%, mientras que en otros llegan a8%. Aproximadamente el 40% de los adultos están expuestos a un evento traumático, pero sólo una cuarta parte de ellos desarrollan un TEPT, por lo cual se considera que existen factores asociados con mayor riesgo.
Los trabajadores de la salud, no sólo estamos expuestos a situaciones extremas, sino que se suman a nuestra labor situaciones que influyen en nuestra eficiencia, o en laeficiencia del equipo de respuesta y que favorecen la aparición de problemas psicosociales. Existen factores que influyen en la eficiencia del trabajador o el equipo de salud, a saber: 1) FACTORES INDIVIDUALES, enfermedades crónicas, problemas previos que provocan estrés, edad, pérdidas personales, lesiones, etc.: 2) FACTORES INTERPERSONALES: conflictos familiares por responsabilidades laborales, separación prolongada de los afectos, roces interpersonales, etc.; 3) FACTORES     COMUNITARIOS: los medios de comunicación social y los curiosos en la escena de la emergencia pueden contribuir a generar un clima de presión emocional sobre los equipos de respuesta; 4) FACTORES PROPIOS DEL DESASTRE: los desastres tecnológicos producen mayor estrés, los producidos durante la noche, la duración del desastre, el grado de incertidumbre, el cambio repentino del aspecto físico de la comunidad, etc.; 5) PROBLEMAS DE ORGANIZACIÓN: ausencia de un lugar donde descansar, falla en la misión, trabajo que requiere gran esfuerzo físico y mental por un tiempo prolongado, baja recompensa, interferencia o conflicto de funciones, etc.
Por otra parte existe la llamada “Teoría del atrapamiento de la emergencia”, que no es más que un desamparo aprendido, una adicción al microtraumas de la práctica cotidiana, mediada por opioides y catecolaminas. La exposición a múltiples eventos lleva a una mayor probabilidad de desarrollo de TEPT.
Cuando ocurre un evento adverso, el personal que se ve más involucrado desde el inicio es el “equipo de primera respuesta”, que es el conjunto de personas que integran una determinada organización y prestan sus servicios en los primeros momentos ante una situación de emergencia. Las personas que realizan este tipo de tarea, ya sea por largo tiempo, o durante una sola experiencia, son vulnerables al estrés. El estrés agudo (TEA), es uno de los riesgos ocupacionales más graves en el servicio de emergencias, porque afecta la salud y el desempeño en el trabajo, así como en la vida social y familiar.
Es responsabilidad de los líderes proteger no solamente la salud física sino  también la salud mental de los integrantes de los equipos de respuesta como única garantía para cumplir con éxito las tareas y proteger al personal contra los efectos destructivos del estrés.
El trabajo en desastres y emergencias incluye el enfrentamiento a situaciones estresantes, como las siguientes:
• Largas horas de esfuerzo continuo.
• Lucha contra el tiempo por salvar vidas.
• Trabajo en ambientes adversos.
• Trabajo en condiciones climáticas adversas
• Labores pesadas
• Presión por tener que trabajar ante la presencia de periodistas.
• Equipo inadecuado o insuficiente.
• Alteración en el ritmo diario de vida (como dormir y comer).
• Labor de triaje
• Servicios públicos esenciales destruidos.
• Presión por parte del público por encontrar a sus familiares desaparecidos.
• Información confusa o contradictoria, rumor o desinformación
Se deben realizar actividades para prevenir los efectos negativos del trabajo de los equipos de respuesta.
Cuidadosa selección de los postulantes a integrarse a los equipos de respuesta.
• Definir perfiles para cada tipo de especialidad o labor en el trabajo de Respuesta, con la finalidad de poder designar al personal más idóneo para cada tipo de tarea.
• Pautar, como rutina anual, un proceso de evaluación en salud mental con la finalidad de identificar de manera oportuna el agotamiento emocional, los síntomas de estrés postraumático y otros trastornos psíquicos.
• Establecer anualmente actividades de prevención del estrés ocupacional  y autocuidado de la salud mental
 Se debe contar con equipos de apoyo que realicen seguimiento a las personas que intervienen en un accidente o desastre, y ese apoyo debería ser desde el momento del inicio: a) Fase de intervención: al comenzar el evento, aspectos organizativos; b) Seguimiento posterior: técnicas grupales de intervención para evitar la cristalización de los síntomas que podrían derivar en un cuadro de TEPT; y c) Derivación, cuando así se requiera
Los responsables superiores de planificar las acciones, no pueden descuidar estos últimos detalles, ya que de la labor del equipo de respuesta depende el éxito del trabajo.

Referencia: www.hospitalalvarez.org.ar/descargas/Trabajo%20TEPT.pdf

1 comentario:

  1. Es importante la previsión de las acciones a seguir con los distintos equipos de respuestas y ayuda que brindaran ante situaciones de desastres. Debido a que los integrantes de estos equipos también deben estar preparados para poder afrontar tanto apriori y posteriori los distintos hechos y/o desastres que podrían afectar su salud física y mental.

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